¿Cual será tu paso de fe en estos días?

La razón por la que muchos de nosotros nos perdemos sus milagros o poderosas respuestas es porque no estamos viendo ni escuchando. La parte fácil de la oración es hablarle a Dios pero ten presente que lo díficil escuchar el susurro de Su Espíritu Santo. Sin embargo, es mucho más difícil buscar las respuestas. Ten presente que dos terceras partes de una oración efectiva consiste en escuchar y observar.

¿Recuerdas a Elias mientras oraba por la lluvia? El envió a su siervo para viera el mar. ¿Porqué? Pues, estaba esperando una respuesta. No se limitó a orar, actuó de acuerdo a sus expectativas santificadas al mirar hacia el mar.

Te recuerdo que fue su oración que paralizó la economía agrícola de Israel y puso a toda una nación de rodillas. Y fue su oración la que terminó con la sequía de tres años y medio. Elías, dice el libro de Santiago, era un hombre con debilidades como las tuyas y las mías pero con fervor oró para que no lloviera y no llovió por tres años y medio.

Orar con fervor es más que palabras, es actuar de acuerdo a nuestras oraciones porque estamos esperando una respuesta. Elías no se limitó a orar contra los profetas de baal. Sino que los desafío a una competencia de sacrificios. No le dijo a la viuda que orara, le dijo que cociera la última torta con lo que le quedaba de harina. No oró para abrir el Jordán, sino que enrolló su capa y lo golpeó con ella.

¿Cual será tu paso de fe en estos días? Vamos, deja esa espera inactiva y llena de desesperanza. Dios honró los pasos de Fe enviando fuego, multiplicando la harina en casa de la viuda, abriendo el Jordan y trayendo la lluvia.

Muchas veces no recibimos respuestas a nuestras oraciones en vista que lo único que hacemos es orar. No puedes limitarte a orar como Elias, debes también actuar como Elias lo hizo. No es solo estar de rodillas, también tienes que estar viendo hacia el mar.
Sabes algo, la lluvia viene y hemos decidido creerle a Dios

Amilcar y Carol

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